¿Cómo funcionan las plantas medicinales?
Sección: Salud
Creado: 23-02-16 (Actualizado: 20-01-19)
Sabemos que las hierbas poseen efectos terapéuticos porque han sido utilizadas por los seres humanos durante miles de años. A lo largo de ese tiempo las prácticas inútiles o peligrosas fueron proscritas, las hierbas psicotrópicas se identificaron y reservaron para propósitos religiosos, y las que perduraron fueron las plantas medicinales más provechosas.
¿Qué es una hierba?
Una hierba es cualquier planta utilizada en medicina. Cualquier cosa de naturaleza vegetal que se utilice para preparar un remedio puede denominarse hierba, tanto si se trata de las flores, la corteza, la hoja, el tallo, los bulbos, las semillas o la raíz. También se usan líquenes, algas marinas y hongos.
¿Cómo actúan las hierbas?
Las hierbas son unos organismo muy complejos. Al analizarlos por medio de métodos como la cromatografía, se comprueba que contienen docenas de constituyentes que pueden ser útiles para preparaciones medicinales. Un farmacólogo aislaría los ingredientes activos, pero un herborista sostiene que la naturaleza es muy sabia y que los múltiples compuestos que se hallan presentes en las hierbas son más eficaces cuando actúan conjuntamente.
Aunque los trabajos de investigación han demostrado el valor del uso tradicional de las hierbas enteras, sabemos muy poco respecto a la forma en que las hierbas actúan en el interior del cuerpo. La ciencia moderna no ha desarrollado esta labor: buena parte de los conocimientos médicos se basan en la patología y las pruebas de laboratorio con animales. Estos conocimientos presentan escasa relevancia de cara al estudio de los remedios elaborados con plantas enteras en el cuerpo vivo y la práctica holística de la medicina. Se precisa una nueva metodología.
La herboristería ocupa un terreno intermedio entre los fármacos y los alimentos. En un extremo del espectro de la herboristería se hallan unas plantas de potente acción, algunas de las cuales se han utilizado como fuente de los fármacos modernos, como la atropina derivada de la peligrosa belladona. En el otro extremo están las plantas nutritivas como la ortiga, con un elevado contenido de hierro, vitaminas y aminoácidos
Las hierbas no tienen efectos secundarios según el significado ortodoxo del término. Existen indicaciones y contraindicaciones, pero todos los efectos son consecuencia del carácter y la estrategia terapéutica de la planta. No existen constituyentes deseables o indeseables: toda la planta debe ser aceptada tal cual es. por ejemplo, la salvia posee unas propiedades relajantes, estimulantes, carminativas, diuréticas, diaforéticas, febrífugas y equilibrantes del nivel hormonal. Todas estas peculiaridades forman parte de su carácter y al tomarla deben ser aceptadas.
Con el desarrollo de la medicina alopática y la aparición de la industria de los fármacos sintéticos en el siglo XX, la utilización directa de esas plantas en medicina decayó durante un tiempo en el mundo occidental; las viejas historias sobre esos remedios resultaban extrañas y su lógica, absurda para la mente moderna. Hace poco que nos hemos vuelto más receptivos a la herboristería como sistema de medicina.